Construyendo conexiones sólidas: 4 factores para una comunicación familiar saludable
El campo de la comunicación es una ciencia demasiado extensa y digna de ser considerada en los diferentes ámbitos de la vida y las relaciones sociales. Hoy el mundo se dirige y se alimenta a través de los medios masivos y particulares de la comunicación.
Pero la verdad es que todos necesitamos un contexto familiar donde vivir e interactuar para florecer, porque es en la familia donde podemos ser tal como somos (en el mejor de los casos); sin la presión de presentar una imagen profesional, o sin exhibir las competencias del oficio, trabajo o profesión.
Cuando hablamos de la comunicación dentro del sistema familiar y para ser más específicos en el contexto del matrimonio, no nos referimos al hecho de ser expertos en esta ciencia; pero sí al hecho de que existe una necesidad de ejercer una buena comunicación cotidiana para experimentar una vida más abundante en comunión con el otro.
Sabemos que desde recién nacidos hasta ser ancianos, todos como miembros de una familia necesitamos de la comunicación, ya que es una habilidad indispensable para vivir.
Los patrones de conducta aprendidos por los modelos familiares son muy poderosos y de mucho impacto. Estos modelos de comunicación primarios son los que fluyeron en la familia de origen y de crianza. Los llamamos modelos primarios porque juegan un rol vital en la formación de la persona y en el desarrollo de las destrezas o habilidades para hacer algo tan esencial como lo es la comunicación.
La interacción familiar es la escuela donde se aprende y se crece para adquirir los comportamientos que dirigen la comunicación y las habilidades que se requieren para luego poder relacionarse en otros ámbitos o espacios como por ejemplo, el matrimonio.
Por lo tanto, es fundamental que el hogar sea un lugar seguro que fomente el estímulo, impulso y la motivación de unos a otros a través del buen uso de la comunicación.
¿Cuáles son entonces los pilares esenciales de una buena comunicación?
Identificamos al menos cuatro factores y queremos compartirlos con ustedes:
1. La buena comunicación requiere de un vínculo emocional sólido con la otra persona
Todas nuestras palabras y acciones están influenciadas por nuestros sentimientos hacia el otro y por el contexto emocional (en este caso el familiar) en el que nos encontramos. Por lo tanto, para fortalecer el vínculo emocional en la comunicación con nuestra familia y nuestro matrimonio, es importante dar expresiones de cariño y afecto, como abrazos o una palmada en la espalda, una palabra de bendición y afirmación tal como ¡Te amo! ¡Eres de mucho valor para esta familia! ¡Buen trabajo!
2. La buena comunicación requiere de seguridad y permiso emocional
Ningún miembro de una familia podrá mostrarse vulnerable, a menos que crea que su familia es un espacio seguro para ser quien es y mostrar sus debilidades sabiendo que es amado con todas sus virtudes y defectos.
Cuando hay un lugar seguro se pierde el temor y miedo a ser juzgado, señalado, rechazado o condenado.
3. La buena comunicación requiere de una constante retroalimentación para el bienestar cotidiano.
Una familia que tiene una buena comunicación tiende a ser más saludable, porque reconoce que el bienestar cotidiano de cada uno de sus miembros es muy importante. Esto se puede evidenciar en conversaciones cotidianas, donde se expresan preguntas como ¿Cómo amaneciste? ¿Descansaste? ¿Estás durmiendo bien? ¿Cómo puedo ser de ayuda hoy?
4. La buena comunicación requiere de autenticidad
La autenticidad en la comunicación se trata de ser verdadero y honesto con uno mismo y con los demás. Esto significa que las palabras que decimos y las acciones que llevamos a cabo deben estar en línea con nuestras creencias y valores más profundos, ya que si hay una desconexión entre lo que decimos y lo que hacemos, esto puede generar desconfianza y frustración en las personas con las que nos comunicamos.
Podemos decir que hay mucho que aprender respecto a la buena comunicación, pero a la vez todos podemos practicar y mejorar. Los factores anteriores de la buena comunicación en la familia, son solo algunos consejos prácticos de la vivencia y experiencias de nuestras propias vidas como matrimonio y como una familia común, sencilla y de fe, que busca siempre el bienestar de una vida donde se procura la salud.
Nuestro compromiso con la salud en las familias pastorales
En Conexión Pastoral estamos comprometidos en ayudar a los matrimonios en liderazgo a crecer y fortalecerse en su comunicación y relación. Es por ello que nos complace invitarles a participar en nuestras Mentorías Grupales Cerradas que comienzan el 2 de mayo.
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