El llamado al ministerio es el tercer grito de Dios
El Llamado al Ministerio: El tercer grito de Dios
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo
Romanos 10:13-15
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído?
¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?
¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?
Como está escrito:
¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
Un Dios que está gritando
Llamado o llamar en nuestras Biblias en castellano es la traducción de la palabra hebrea “Qará” que significa llamar a viva voz, gritar, proclamar, anunciar, convocar y reclutar; y del término griego “kaleo” que tiene su raíz en clamar, llamar a alguien, invitar, convocar y está relacionado con destino.
Cuando hablamos de un Dios que está "llamándonos" estamos hablando de un Dios que está gritando intencionalmente sobre nuestra condición y destino como personas.
Los tres gritos de Dios sobre sus criaturas son:
- El llamado a la salvación – es el grito de Dios a ser transformados.
- El llamado al discipulado – es el grito de Dios a ser formados.
- El llamado al ministerio – es el grito de Dios a ser enviados.
El tercer grito de Dios: Un grito que envía
El llamado al ministerio tiene que ver primariamente con SER ENVIADO no con hacer una tarea. Hacemos una tarea donde Dios nos envía, pero la esencia del llamado es que soy enviado por Dios a ese lugar, sea geográfico, espiritual, institucional, etc.
Cuando sirvo en el ministerio en función de una tarea que es necesaria o de una oportunidad que se me presenta, entonces las condiciones o ambiente del lugar deciden si me quedo o me voy según mi conveniencia.
Pero cuando hago lo que estoy haciendo sabiendo que SOY UN ENVIADO por Dios a ese lugar, posición, pueblo o nación, entonces vivo y sirvo como representante de Dios sabiendo que El quiere hacer algo en ese lugar y eso implica muchas veces que yo no pueda hacer mucho, solo lo que él me permite o me pide hacer. El irme nunca es una opción, a menos que hay dirección nueva y clara de Dios enviándome a otro lugar.
Un llamado al ministerio
Mi llamado al ministerio es el grito de Dios enviándome a un lugar o posición que me da identidad social y comunitaria como persona, me da propósito personal de vida, y me da un patrón estable de crecimiento como persona, en mi identidad social y comunitaria, y en mi propósito personal de vida, que me lleva a ser parte de la misión de Dios para que el evangelio sea predicado hasta lo último de la tierra y darle a toda persona la oportunidad de ser salva.
Referencia bíblica
Éxodo 3:1-2,6,10 ; Josué 1:1-2,9 ; Jueces 6:14 ; 1 Samuel 16:11-13, 18-25 ; Isaías 6:1,8-9 ; Jeremías 1:4-10 ; Marcos 3:13 y Mateo 28 ; Hechos 26:14-18
Preguntas para la reflexión
¿Te sientes enviado u obligado en tu espacio actual de ministerio?
¿De qué manera Dios te está hablando para enviarte donde te quiere usar?