Somos seres sociales por naturaleza, y es que siempre que nos movemos no podemos evitar relacionarnos; es nuestra esencia vincularnos con las personas donde quiera que vayamos. Nos agrupamos en familias, nos refugiamos en amistades y siempre buscamos pertenecer, sin importar el lugar en el que estemos. Dios nos creó para que seamos comunidad.
El libro Comunidad Segura es una invitación a cultivar una relación saludable para la convivencia en la comunidad de fe y para el trabajo en equipo de los ministerios de la iglesia. Cuantas más relaciones saludables haya en la iglesia y sus ministerios, más capacitada estará para ser protagonista y cumplir con la misión de Dios.
Pero para poder profundizar en cómo desarrollar relaciones saludables dentro de nuestras comunidades de fe, es necesario que primero veamos la diferencia entre congregarnos y reunirnos que, aunque parecen estar vinculados, muchas veces pueden estar completamente separados.
Congregarnos & Reunirnos
Cuando hablamos de congregarnos nos referimos a la dimensión del evento que tienen la mayoría de las iglesias, es decir, las reuniones con un horario establecido, un cronograma de actividades, etc. En esta dimensión observamos, por lo general, que cada uno va desde una perspectiva personal en lugar de ver a todos los presentes como una comunidad. Tal es el caso que cuando termina la reunión muchos salen rápido y no saludan a quién está a su lado.
En muchas de nuestras iglesias existe esta triste realidad de ser congregaciones que no han desarrollado relaciones saludables con un nivel de intimidad más profundo. Nos reunimos semana a semana para llevar a cabo el ministerio, pero no hemos construido una comunidad segura, un espacio donde cada miembro puede ser lo que Dios quiere que sea sin necesidad de fingir.
Cultivando un nivel más intimo en nuestra comunidad segura
Para comenzar a crear un nivel de intimidad más profundo en nuestras comunidades de fe sugiero tres puntos esenciales:
Para poder llegar a niveles de intimidad más altos en nuestra comunidad de fe necesitamos considerar los puntos anteriores, porque no existe, ni existirá una comunidad con relaciones saludables profundas, sin un lugar seguro que garantice la protección de la vulnerabilidad de las personas. Para lograrlo es necesario propiciar el ambiente que genere esos espacios.
Anhelamos ver una iglesia que siendo confrontada por la Palabra y por el Espíritu Santo pueda despertar y reaccionar para desarrollar salud en sus espacios comunes.
Si este artículo fue de tu interés y te gustaría profundizar más en este tema
Te invitamos a que conozcas la MasterClass de Comunidad Segura de nuestra Escuela de Formación Pastoral, donde tendrás la oportunidad de adentrarte en el tema y descubrir cómo construir relaciones genuinas y saludables en el ministerio.
Este artículo es la transcripción y adaptación del episodio N31 “Un nivel de intimidad más profundo en nuestra comunidad de fe” del podcast de Conexión Pastoral. Si deseas escuchar la conversación completa, te invitamos a hacerlo aquí.