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Un nivel de intimidad más profundo en nuestra comunidad de fe

Escrito por Conexión Pastoral | Feb 24, 2024 2:00:00 PM

Somos seres sociales por naturaleza, y es que siempre que nos movemos no podemos evitar relacionarnos; es nuestra esencia vincularnos con las personas donde quiera que vayamos. Nos agrupamos en familias, nos refugiamos en amistades y siempre buscamos pertenecer, sin importar el lugar en el que estemos. Dios nos creó para que seamos comunidad.

El libro Comunidad Segura es una invitación a cultivar una relación saludable para la convivencia en la comunidad de fe y para el trabajo en equipo de los ministerios de la iglesia. Cuantas más relaciones saludables haya en la iglesia y sus ministerios, más capacitada estará para ser protagonista y cumplir con la misión de Dios.

Pero para poder profundizar en cómo desarrollar relaciones saludables dentro de nuestras comunidades de fe, es necesario que primero veamos la diferencia entre congregarnos y reunirnos que, aunque parecen estar vinculados, muchas veces pueden estar completamente separados. 

Congregarnos & Reunirnos

Cuando hablamos de congregarnos nos referimos a la dimensión del evento que tienen la mayoría de las iglesias, es decir, las reuniones con un horario establecido, un cronograma de actividades, etc. En esta dimensión observamos, por lo general, que cada uno va desde una perspectiva personal en lugar de ver a todos los presentes como una comunidad. Tal es el caso que cuando termina la reunión muchos salen rápido y no saludan a quién está a su lado. 
 
En cambio cuando hablamos de reunirnos, la dinámica es diferente. Se trata de una comunidad de fe donde cada uno está contenido y rodeado por expresiones de amor que contribuyen a ser moldeado a la imagen de Cristo, teniendo una preocupación genuina por el otro, no de una forma diplomática sino con honestidad. Cuando surge una situación o crisis personal, familiar o ministerial, todos y cada uno tienen la oportunidad de ser fortalecidos en áreas débiles e iniciar a tiempo procesos de sanidad y restauración.

 

En muchas de nuestras iglesias existe esta triste realidad de ser congregaciones que no han desarrollado relaciones saludables con un nivel de intimidad más profundo. Nos reunimos semana a semana para llevar a cabo el ministerio, pero no hemos construido una comunidad segura, un espacio donde cada miembro puede ser lo que Dios quiere que sea sin necesidad de fingir.

 

Cultivando un nivel más intimo en nuestra comunidad segura

Para comenzar a crear un nivel de intimidad más profundo en nuestras comunidades de fe sugiero tres puntos esenciales: 

  1. Crear y desarrollar un espacio seguro donde se pueda ser vulnerable.

    Para construir relaciones saludables y auténticas, es fundamental establecer un ambiente de confianza y apertura donde todos se sientan cómodos para ser vulnerables, expresar sus emociones, compartir sus preocupaciones y desafíos, sin temor a ser juzgados o criticados. De esta manera, se fortalecen los lazos entre los miembros de la comunidad, se promueve la empatía y se sientan las bases para un crecimiento personal y espiritual significativo.

  2. Cultivar un profundo respeto mutuo dentro de este espacio seguro. 

    Reconocemos que todo lo compartido en este entorno no tiene la intención de causar daño, sino de brindar apoyo, compañía y fortaleza, especialmente durante los momentos difíciles de la vida. Al comprometernos a sostenernos mutuamente con compasión y empatía, creamos un ambiente en el que cada individuo se siente valorado, comprendido y respaldado en su camino de crecimiento personal y espiritual.

  3. Reservar tiempo para los demás en nuestra vida.

    Es necesario ser intencionales en buscar y crear momentos donde podamos hablar sinceramente. Espacios que nos permiten construir relaciones sólidas basadas en la confianza y la honestidad mutua.



Algunas preguntas que todos deberíamos volver a hacernos:

  •  ¿Qué considero que es congregarse?
  • ¿Tengo una comunidad segura donde pueda ser vulnerable?
  • Mis relaciones personales ¿son saludables?
  • ¿Estoy siendo intencional a la hora de crear espacios para que los mismos sean seguros? 


Para poder llegar a niveles de intimidad más altos en nuestra comunidad de fe necesitamos considerar los puntos anteriores, porque no existe, ni existirá una comunidad con relaciones saludables profundas, sin un lugar seguro que garantice la protección de la vulnerabilidad de las personas. Para lograrlo es necesario propiciar el ambiente que genere esos espacios. 


Anhelamos ver una iglesia que siendo confrontada por la Palabra y por el Espíritu Santo pueda despertar y reaccionar para desarrollar salud en sus espacios comunes.

 

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Este artículo es la transcripción y adaptación del episodio N31 “Un nivel de intimidad más profundo en nuestra comunidad de fe” del podcast de Conexión Pastoral. Si deseas escuchar la conversación completa, te invitamos a hacerlo aquí.