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Una pastoral que equipa a las familias frente a las realidades sociales actuales

Escrito por Daniel Prieto | Sep 15, 2025 6:04:32 PM

Introducción

Vivimos en un tiempo de profundos cambios sociales y culturales que impactan directamente a la familia, la cual ha experimentado transformaciones profundas en su realidad en las últimas décadas. Factores como el cambio cultural, la redefinición de estructuras familiares y, más recientemente, el impacto de la pandemia han generado nuevas dinámicas que afectan tanto a la sociedad en general como a la iglesia en particular.

La rápida transformación de valores, la influencia de las redes sociales, la crisis de identidad en niños y jóvenes, el relativismo moral y la desconexión intergeneracional presentan desafíos que la iglesia no puede ignorar. Ante esta realidad y sus desafíos, la pastoral familiar no puede limitarse a un acompañamiento pasivo; debe convertirse en un espacio de formación, sanidad y equipamiento, para que las familias enfrenten estos retos con sabiduría, esperanza, dirección y firmeza en la fe.

 

Las familias de hoy enfrentan una presión constante desde múltiples frentes, como, por ejemplo:

  • La desvinculación generacional: padres e hijos, a menudo, hablan lenguajes distintos y habitan mundos separados debido a la brecha digital y cultural.
  • Las crisis de identidad: las ideologías actuales generan confusión en torno a la identidad, el propósito y el significado de la vida.
  • El relativismo moral: los valores absolutos de la fe cristiana son desafiados por una cultura que exalta la autodeterminación sin referencia a principios trascendentes.
  • La fragilidad emocional: la ansiedad, la depresión y la soledad afectan cada vez más a jóvenes y adultos, debilitando los lazos familiares.
  • La redefinición del concepto de familia: modelos alternativos de convivencia desafían el diseño bíblico de la familia, lo que exige una respuesta pastoral basada en la verdad y el amor.

Frente a estos desafíos, la pastoral familiar debe ser proactiva, educativa, integradora y restauradora.

Una pastoral más descentralizada

La iglesia debe atender las necesidades inmediatas de las familias a través de un modelo de pastoral más horizontal y descentralizado. Esto implica:

a) Redefinir pastoral

Necesitamos transicionar de la idea de que pastoral es un equipo de pastores atendiendo a la iglesia y alejarnos de la idea de que pastoral es la tarea de este grupo de pastores. Pastoral es la acción de apacentar, dando respuestas bíblicas, cuidado y guía a las personas en sus realidades y situaciones de vida.  

b) Redistribuir la tarea pastoral

Esto implica comprender que el ministerio pastoral no es exclusivo del liderazgo eclesial, sino una responsabilidad compartida de toda la comunidad de fe. En el caso de la pastoral de la familia, no solo los pastores deben encargarse del cuidado y formación de las familias. Líderes, mentores y miembros de la comunidad pueden ser equipados para acompañar y fortalecer los hogares. Asimismo, la iglesia debe considerar seriamente incorporar expertos en psicología, sociología y derecho familiar para una atención pastoral integral.

c) Re-pensar la "pastoral de la familia"

Es esencial redefinir la manera en que la iglesia aborda la pastoral familiar. Esto implica re-entender las realidades actuales de la familia. Utilizar datos y estudios sobre la familia en el contexto local para diseñar respuestas pastorales pertinentes. Por ejemplo, puede ser que una iglesia tenga un programa extraordinario para matrimonios, pero no tenga nada para familias monoparentales, cuando la realidad en el vecindario, e incluso en la iglesia misma, es que hay un alto porcentaje de hogares con solo papá o mamá en casa. Entonces la pregunta es, ¿Cómo estamos atendiendo pastoralmente las realidades de estas familias de nuestra congregación, así como las familias de la comunidad y el vecindario?

Un artículo publicado en 2024 por el diario El País de España se titula: “Las nuevas familias desplazan a las tradicionales, pero la economía no se ha dado cuenta.” Y debo confesar que, más de una vez, me he preguntado si los pastores y la iglesia en general nos hemos dado cuenta. Porque seguimos enfocando nuestros programas e iniciativas pastorales en la familia tradicional —cosa que no debemos dejar de ser—, pero no estamos dando respuestas bíblicas a las “nuevas” familias que esta sociedad actual nos presenta.

Preparando una ponencia para un conversatorio con la Iglesia Carismática Cuadrangular de Colombia durante la pandemia, en 2020, encontré que Colombia tiene un Departamento Nacional de Planeación con un Observatorio de la Familia, donde proveen definiciones conceptuales sobre las realidades de la familia en este país y estadísticas muy interesantes sobre las familias colombianas.

Por ejemplo, en Colombia, hace 4 años, el 35% de las parejas vivían en unión libre, siendo el país con la tasa más baja de matrimonios en el mundo. Es decir, se van a vivir juntos, pero no legalizan su unión matrimonial. El 55% de los niños vivían con adultos distintos a sus padres biológicos, exponiéndolos a situaciones de vulnerabilidad. Esto es escalofriante: más de la mitad de los niños en este país viven con alguien que no son sus padres biológicos. En aquel momento, solo el 19% de las familias contaban con matrimonios estables.

A nivel global también se observan tendencias significativas. Por ejemplo, hay una disminución de matrimonios tradicionales. En España, según el artículo que antes mencioné, la familia tradicional ha dejado de ser mayoritaria, con solo el 48% de los hogares formados por dos padres heterosexuales con hijos, frente al 65% en 1990. Han aumentado otros modelos familiares, como las monoparentales y las familias reconstituidas, que representan un 14% de los hogares. En muchos países, la cohabitación sin matrimonio ha incrementado notablemente. En Estados Unidos, la cohabitación entre parejas se ha vuelto más común, reflejando cambios en las actitudes hacia el matrimonio y la convivencia. A nivel mundial, se observa una mayor diversidad en las estructuras familiares, incluyendo familias monoparentales, reconstituidas y extendidas. 1

 

Sugerencias para una pastoral de la familia actual

Para sostener una pastoral familiar efectiva en esta realidad de la familia actual, es necesario que la iglesia provea espacios pastorales seguros que aborden las necesidades actuales de la familia desde una perspectiva bíblica y multidisciplinaria. Asimismo, la iglesia debe responder con acciones concretas que atiendan realidades urgentes, como el aumento de hogares monoparentales, la inestabilidad conyugal y la crianza de niños en entornos vulnerables.

Para responder a esta realidad, la iglesia necesita una pastoral que no solo brinde contención, sino que también capacite a las familias para vivir el evangelio en su cotidianidad. A continuación, propongo algunas sugerencias prácticas para una pastoral de la familia más relevante a sus realidades y que, al mismo tiempo, las equipe.

a) Formar en un marco bíblico sólido

La enseñanza de la Palabra debe ser central. Educar sobre el diseño divino de la familia, pero con una mirada pastoral que atienda la diversidad de realidades presentes en la sociedad. Es necesario que las familias comprendan el diseño de Dios y cómo aplicarlo en su vida diaria. Esto incluye formación sobre:

  • El propósito del matrimonio y la familia en el plan de Dios.
  • Los valores cristianos en la educación de los hijos.
  • La administración bíblica del hogar y las finanzas.
  • La resolución de conflictos desde una cosmovisión cristiana.

b) Discipulado intergeneracional

Las iglesias deben promover espacios donde las generaciones se escuchen y crezcan juntas. Esto puede incluir:

  • Grupos de discipulado familiar donde padres e hijos estudien juntos la Palabra.
  • Mentoría intergeneracional, donde parejas mayores acompañen a matrimonios jóvenes.
  • Espacios de conversación y formación sobre sexualidad, identidad y cultura desde una perspectiva cristiana.

c) Equipar para la realidad digital y social

Las redes sociales y la tecnología son parte de la vida familiar actual. La pastoral debe capacitar a los padres para:

  • Guiar a sus hijos en el uso responsable de la tecnología.
  • Proteger su hogar de influencias destructivas sin caer en el legalismo.
  • Desarrollar pensamiento crítico a la luz de la fe para discernir los mensajes culturales.

d) Restaurar familias quebrantadas

Muchas familias han sido golpeadas por el divorcio, la adicción, el abuso o el abandono. La iglesia debe ser un lugar de restauración ofreciendo:

  • Consejería pastoral basada en la gracia y la verdad.
  • Comunidades de apoyo para la sanidad emocional y espiritual.
  • Programas específicos para matrimonios en crisis y familias monoparentales.

e) Que la “familia en la fe” sea una comunidad segura para cada una de “nuestras familias”. 

La iglesia debe ser un espacio de acompañamiento y formación, con estrategias de apoyo como educación preventiva, grupos de apoyo y consejería accesible. Además, la iglesia no solo enseña; también modela. Para que una pastoral familiar sea efectiva, la comunidad de fe debe convertirse en una gran familia donde:

  • Cultivar los valores de una comunidad segura y sanadora.
  • Los solteros, casados y viudos encuentren apoyo y propósito.
  • Se fomente el amor, el perdón y la restauración en todas las etapas de la vida.
  • Se refleje la paternidad y el amor de Dios en las relaciones interpersonales.

 

Conclusión

Para equipar a las familias en los nuevos tiempos, la pastoral debe ser intencional en su estructura, multidisciplinaria en su alcance y accesible en su ejecución. Solo así podremos fortalecer a las familias cristianas y capacitarlas para vivir su fe de manera plena en un mundo en constante cambio y que desafía los fundamentos de la familia.

La iglesia y su pastoral deben ser un faro de luz y esperanza. La pastoral familiar no puede ser un simple apéndice de la iglesia, sino un eje central de su misión. Equipar a las familias con una fe sólida, una identidad clara y herramientas prácticas no solo fortalecerá los hogares cristianos, sino que también impactará a la sociedad con el testimonio de familias saludables y transformadas por el evangelio.

¹Visitar la página de Social Trends Instituto para más información: https://socialtrendsinstitute.org/es/publicaciones/familia/mapa-mundial-de-la-familia-2019-cambios-en-las-estructuras-familiares-y-el-biene?utm_source=chatgpt.com