¡Comenzamos un nuevo año! y es muy probable que muchos de ustedes al igual que yo, sintieron que los últimos meses del año pasado fueron como una maratón. Entre los cierres del año, los eventos de la iglesia, las presentaciones de fin de año, las fiestas, la casa llena, y la comida, llegamos a fin de año, pero llegamos agotados, cansados y casi sin aliento.
Sin embargo, al comenzar un año, tenemos esperanza y sacamos fuerzas aún de donde no las hay, y es como que el solo hecho de comenzar el año es un nuevo capítulo, un nuevo tiempo, y arrancamos otra vez con nuevas metas y agendas.
Pero comenzar un año nuevo no necesariamente quita el cansancio acumulado, ni tampoco garantiza que este año no te canses más que el anterior.
¿Por qué digo todo esto? porque servir a Dios, liderar, trabajar, o las situaciones en el hogar van a traer cansancio, pero la clave está en lo que vamos a hacer nosotros para encontrar ese descanso que el Señor nos ofrece cuando nos dice:
“Vengan a mí, todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28 NTV).
Seamos honestos, lo creemos pero no lo sentimos.
Lo que sucede es que no seguimos los ritmos de descanso que el Señor mismo nos invita a tener. Para esto se necesita más que sólo saberlo, sino ser intencionales en establecer ciertos hábitos y prácticas indispensables en nuestro día, semana y año.
Puedo mencionarte cinco:
En conclusión, recuerda esto:
“el descanso no ocurre por casualidad, así como agendo mi trabajo y actividades, necesito agendar mi tiempo de descanso y respetarlo”.
De esta manera vamos a llegar a la meta este año pero en mejores condiciones que el año pasado.
Se puede vivir el ministerio de manera saludable
Practicar ritmos de descanso para no agotarnos mentalmente es solo una parte de cuidar nuestra salud personal. También está nuestra salud física, desde cómo nos alimentamos hasta la actividad física. En conexión pastoral, creemos que la vida en el ministerio puede vivirse de manera saludable en todos los aspectos.
Por eso uno de los primeros módulos que recomendamos cursar en la Escuela de Formación Pastoral (EFP), es el de “El ministro y su persona”, donde no solo reflexionamos sobre nuestros ritmos y hábitos de vida, sino también revisamos nuestra vida espiritual a nivel personal, hablamos de tiempos, desde rutinas hasta las diferentes etapas de la vida, hablamos sobre el carácter, la madurez, la calidad de nuestras relaciones y otras áreas nos atraviesan.
Si este artículo te resonó, te invitamos a explorar la Escuela de Formación Pastoral, especialmente el módulo de Persona. Son 7 semanas para replantear tus paradigmas de salud y comenzar a desarrollar un bienestar integral. Cada 2 meses comienzan Cohortes nuevos.
Obtén más información sobre el calendario de la EFP y el módulo 'El Ministro y su Persona' aquí.